QUÍMICA La ciencia básica, es un texto que trata en lo posible de satisfacer los diferentes programas de estudio, dando mayor énfasis a los temas de los prospectos de admisión a la universidades, sin restar importancia a lo útil del contenido para estudiantes de nivel superior.
La finalidad del presente trabajo en todo su desarrollo es dar una buena base y enseñar con sencillez la Química desde cero, preparando al estudiante para asimilar un material más avanzado por medio del plan teórico-práctico. Es decir, se estudia un principio, una propiedad o una ley y luego se practican ejercicios y problemas vinculados al tema. Los problemas resueltos deben ser consultados luego de haberlos intentado resolver por cuenta propia. Es provechoso que el alumno sepa descubrir su desenvolvimiento al enfrentarse a los problemas, teniendo como herramientas en esta tarea del aprendizaje la teoría y los ejemplos dados.
La Química está en constante desarrollo y es la base del avance tecnológico. Esto gracias al acertado estudio a partir de las mínimas partículas constituyentes de la materia: los átomos. Tal es así, que la explicación de cierto comportamiento de algún acontecimiento químico pasa por el sustento teórico dilucidado según la escala atómica.
El contenido del presente libro de Química sigue el modelo de un curso de Química General. El propósito que ha sido guía es sentar las bases de los fundamentos de temas de Química inorgánica, Fisicoquímica, Química analítica y Química orgánica, los cuales se estudian a nivel superior.
He tratado en lo posible emplear el Sistema Internacional en lo que se refiere a las unidades de medida, salvo en magnitudes como la presión, la densidad y la temperatura, entre otras. También he tratado de mantener la máxima uniformidad posible en cuanto a lo convencional y el simbolismo empleado; por ejemplo, las ecuaciones químicas donde se usa y no los estados físicos entre paréntesis de las sustancias. Respecto a la nomenclatura, en compuestos inorgánicos y orgánicos es natural la tendencia a usar nombres sencillos, tal como señala la IUPAC; no obstan te, se estudian aquí los diferentes sistemas.
Son indispensables nociones básicas de matemática y física, sobre todo en aquellos capítulos concernientes a fisicoquímica: Modelos atómicos, Estado gaseoso, Estados líquido y sólido, Cinética y equilibrio químico y Electroquímica; y, a los capítulos de Ácidos y bases y Equilibrio iónico, en cuanto a química analítica. El capítulo de Densidad, presión y temperatura, siendo netamente físico, es indispensable para el manejo de estas magnitudes en los capítulos siguientes. En química orgánica se trata con especial rigor la nomenclatura y las características esenciales de los grupos funcionales. El último capítulo es, antes que nada, un enfoque químico al tema tan actual de la contaminación ambiental.
Lo laborioso de escribir un libro y la máxima aspiración en esta aventura consiste en encontrar la precisión del lenguaje para transmitir el conocimiento, siempre pensando en quienes son los receptores de la idea. Cito a Lavoisier, quien en el Prefacio de su obra Tratado elemental de Química, en 1789, dice: «Por ciertos que sean los hechos de una ciencia y por ajustadas que sean las ideas que nos podamos haber formado de estos hechos, sólo podemos comunicar falsas impresiones a los otros, si carecemos de palabras para expresar apropiadamente las ideas.» El libro es como un diálogo difícil, donde el autor, comprometido, ansía la buena acogida de su obra: Todo el que escribe lo hace con buena intención siempre. La mía es la de no ver frustrado en el lector o lectora el noble propósito de empezar a aprender Química.
Envío mi mensaje de admiración y respeto a todos los profesores de Química, y un enorme agradecimiento a la Editorial Moshera por darle vida a mis letras.
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